martes, 21 de abril de 2009

Somalía

Y en la Universidad, cuando nos hablaban de Hobbes, nos decían: "no deben creer en esto del Estado de Naturaleza, en realidad, nunca existió algo así, siempre hubo cierta forma de estado que controló la guerra de todos contra todos". Después de oír las reconfortantes palabras del profesor, no faltaban quienes volvían a respirar aliviados. Hoy, cuando leemos sobre Somalía, nos damos cuenta que dicha observación no era más que perorata para tranquilizar y que, por desgracia, el Estado de Naturaleza era más que una hipótesis de trabajo para construir una doctrina política. El caos sanginario que asola al país africano hace que muchos miren con buenos ojos el autoritarismo de un régimen islámico, de hecho, los únicos momentos de relativa paz -seis meses para ser más exactos- desde 1991 hasta el día de hoy, fueron los seis meses que duró un ensayo de poder central inspirado en la sharia o ley islámica. En difinitiva, por más que nos duela, es imposible deshacernos del pensamiento conservador, cuando queremos dejarnos llevar por una alegre anarquía, siempre asoma el fantasma de la violencia. El Leviatán siempre llegará a cobrarnos los excesos de la fiesta.

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